Contar tus lunares

Sin avisar,  cuando menos te lo esperas todo acaba, o algo empieza, quien sabe. Ya no quedan las mañanas sentadas en la ventana sin saber que hacer ni las noches en vela, ya no hay manadas de gente callejeando sin rumbo fijo, ni tampoco tacones destrozados cada fin de semana. Ahora exijo abrazos cada cinco minutos, y que comas con la mirada, que toques cada centímetro de mi cuerpo, que mis buenos días siempre sean contigo al lado, y mejor si tú estas incluido en el desayuno, y hablando de las noches pido que no te separes de mi en todo momento, te prometo que si tú te quedas conmigo yo me encargo de que sean tus mejores noches, te daré caricias por cada vez que parpadees, y contare tus lunares una y otra vez hasta que me los aprenda de memoria, puestos a pedir, quiero que me digas lo mucho que te importo, y que me lo repitas cada vez que me veas con mi faceta de niña, que me cojas por detrás y me susurres despacito que soy tuya y de nadie mas, porque en las mismas te diré que nunca te soltaré y que si hace falta te pondré un radar para localizarte cada vez que te separes de mi, seré egoista pero a ti no te comparto. Pero ante todo prométeme que no me dejarás ir, ya que yo no sé ser sin ti y te quedarás para decirme los te quieros más bonitos de todos.